“Yo sí que veo la magia del jamón serrano”, dice el embajador Karel Beran
Cuando le pregunté al embajador checo Karel Beran, director general del Servicio Diplomático, si prefería el jamón serrano o la paella no dudó ni un segundo en contestar: ¡Jamón serrano! A pesar de que no pocos de sus compatriotas ponen caras ante esta especialidad española.
“Veo la magia del jamón, y lo comeré hasta el final. Jamón serrano y Ribera del Duero. No quiero hacer publicidad, pero mi favorito es Emilio Moro y Hermanos. Son innovadores y tienen una gran visión vinícola. Es mi mejor vino, antes que el Rioja”, dijo en una entrevista.
Beran dirigió la misión diplomática en Madrid entre 2009 y 2014 y acaba de recibir la encomienda de número de la orden de Isabel La Católica.
Vino a recibir la insignia con su mujer, Andrea, que fue presidenta del la Organización Internacional de Diplomáticos Acreditados en Madrid, y desarrolló numerosas iniciativas caritativas.
Entre otras, fue responsable del bazar Kermés, y también ideó la Cena de Beneficencia con el Atlético de Madrid, un club que además de haber empleado a los jugadores Radek Beibl y Tomas Ujfalusi, trata hoy de estrechar contactos con el balompié checo.
Relaciones bilaterales
Pasamos revista a las relaciones bilaterales entre España y República Checa, que en este momento el diplomático calificó de excelentes, aunque no siempre fue así.
Un hito relevante para el desarrollo de esa agenda bilateral fue la incorporación checa en la OTAN, en 1999, y luego a la adhesión a la Unión Europea, en 2004.
Antes, durante la presidencia de Gobierno de Vaclav Klaus (1992-1998), la diplomacia checa estuvo más bien orientada hacia los países del Norte de Europa.
A partir de 2004 “políticamente, España es un socio. Y desde hace tiempo no hay ningún conflicto diplomático, ni siquiera latente. Puede ser debido a que no tenemos mucho en común, o intereses contrapuestos, y todo los temas se resuelven al nivel de la UE”, dijo.
Durante su misión en Madrid, “aumentaron las relaciones comerciales y la representación de empresas checas en España”, destacó el embajador español, Pascual Navarro, al entregar la insignia.
La República Checa exporta hoy a España casi el doble que a China, y las empresas españolas exportan al país centroeuropeo más que a Argentina.
Se abrieron consulados checos, como el de Bilbao, se renovó la enseñanza del idioma eslavo en la Universidad Complutense de Madrid, y se profundizaron las relaciones en materia deportiva entre clubes.
Como delegado checo permanente en la Organización Mundial del Turismo, con sede en Madrid, Beran siguió de cerca el desarrollo alcanzado por España en este sector.
Y le llamó la atención que, sin perjuicio de la crisis económica, España haya logrado “registrar un continuo aumento de las visitas turísticas”.
Sobre la percepción de España que tienen sus conciudadanos, afirmó que la nación mediterráneo es vista, ante todo, como “país de vacaciones”.
“Es un paraíso, la tierra prometida, y los checos aprecian su mentalidad y sus productos. Pero no muy a menudo el ciudadano medio entra en contacto con su productividad, industria y otras cosas”, reconoció.
Una visión algo reducida y que no responde completamente a la realidad.
Es más, Beran es de los que piensa que “nuestra mentalidad no es tan distinta como se supone”.
Y lo atribuye a la historia: “En el siglo XVI la presencia española en reino de Bohemia era increíblemente fuerte y visible”, señaló.
Es fruto de esa presencia como quedaron impresas “en el carácter las huellas que dejaron los españoles”.
Se refirió a la saga de los Habsburgo, que duró cuatro siglos, y a esos nobles, académicos, misioneros, diplomáticos, políticos y empresarios llegados de la Península Ibérica.
Además “a España pertenecen, si hablamos del Niño Jesús hasta el Palacete de Verano o los Jardines Reales, muchos monumentos conocidos en República Checa. La presencia española después de tantos siglos en Praga es innegable”, opina Beran.
Quizás sea esa, según él, “la fuerza espiritual que atrae a los españoles para venir a vivir a Praga, a trabajar y casarse con checas”.
Entonces, ¿sigue teniendo vigencia el dicho de que “esto es un pueblo español” cuando se quiere expresar cierto malestar o confusión ante lo embrollado o desconocido?
“Creo que el dicho del ‘pueblo español’ ya no se utiliza y es injusto. Se utilizaba hace tres generaciones, y la nuestra ya no sabe lo que significa”, se apresuró a decir.
Sobre los momentos más especiales de su estancia en España, Beran recordará el encuentro con el rey Juan Carlos y Sofia, con la infanta Elena, y con el príncipe de Asturias.
“Con el príncipe estuvimos muchas ocasiones. La mayor fue durante la final de la Copa Davis en Barcelona”, disputada entre ambos países entre el 4 y el 6 de diciembre de 2009.
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