Aplicación española basada en magnetismo crea expectación internacional
Detectar a distancia la presencia de armas o vehículos, controlar la intensidad del tráfico o incluso vigilar movimientos sísmicos son algunas de las aplicaciones del “Spinwire”, un dispositivo basado en el electromagnetismo que ha despertado el interés de empresas e instituciones científicas.
La empresa de telecomunicaciones Telefónica, las Universidades de Barcelona y de Oviedo y hasta la revista National Geographic están interesados en el invento del físico catalán Xavier Martí Rivorosa, que actualmente trabaja en la Academia de Ciencias Checa en Praga.
El “Spinwire” consiste en varios sensores magnéticos de permalloy (una aleación magnética de hierro y níquel) plastificados en un tubo resistente y que ante la cercanía de un cuerpo de metal envían una señal que puede ser interpretada para medir la distancia hasta el sensor y también otros parámetros, como el flujo de cuerpos.
Esta tecnología se basa en la magnetorresistencia, la propiedad que poseen ciertos materiales de cambiar su resistencia eléctrica cuando se le aplica un campo magnético externo, y aprovecha la alta permeabilidad magnética del permalloy, es decir, su capacidad de atraer y hacer pasar a través de ella campos magnéticos.
La magnetorresistencia fue descubierto en 1856 por el científico norirlandés William Thomson, que trabajó en los campos de la termodinámica (da nombre a la escala kelvin de temperatura) y de la electricidad.
Aunque las cifras de venta del “Spinwire” sean aún modestas, ya que sólo sirven hasta ahora para mantener una fábrica de veinte empleados en Tarragona, a este sencillo dispositivo le están surgiendo muchos pretendientes comerciales.
Por ahora, lo único registrado es el nombre, ya que la aplicación es mostrada en las redes sociales, lo que impide que sea patentada.
En el Departamento de Espintrónica de la AV, Martí estudia las aplicaciones del permalloy a escala “nano”y las salidas comerciales que puede tener.
“Es algo que los científicos no siempre saben hacer”, explica el español sobre su producto, que es una primicia mundial y que está atrayendo mucho interés de académicos y empresarios.
De momento, Martí lo usa en la gestión de plazas de aparcamientos, detectando la entrada y salida de vehículos.
También se usa en la elevación de barreras y para calcular la densidad de tráfico en ciudades, una aplicación en la que el científico ve un enorme potencial.
Con un ordenador, se puede observar en directo cómo evoluciona la situación en diversos aparcamientos en distintas partes del mundo.
“Tenemos Spinwire instalado en aparcamientos en Colombia, Ecuador, República Checa y España”, cuenta Martí a Efe en Praga.
Su sueño es la implantación masiva del producto en miles de aparcamientos en Europa de Este.
Además de gestionar plazas libres de estacionamiento, el “Spinwire” sirve para abrir barreras, lo que resulta más económico que el sistema actual de sensores de masa metálica por inducción.
Otra de las utilidades del producto se encuentra en el campo de la seguridad de lugares sensibles, como centrales nucleares o bancos, ya que permite detectar la aproximación de vehículos y armas.
Otro campo de utilización completamente distinta es la geodinámica.
En este ámbito, varios “Spinwire” e imanes serán instalados este año en El Hierro, la menor de las Islas Canarias, con notable actividad geodinámica, para medir el desplazamiento de laderas.
Hace dos años, se formó una falla de más de diez centímetros en una de las laderas de la isla y hay riesgo de desprendimiento y de actividad volcánica.
Gracias a los “Spinwires” esos movimientos puede ser detectados con mayor exactitud gracias al magnetismo y, además, a un coste inferior a las mediciones actuales basadas en efectos ópticos de moiré producidas por dos placas superpuestas de cristal con rejilla.
Ese proyecto, participado por la Universidad de Oviedo, tendrá lugar la segunda semana de mayo y National Geographic ha anunciado que aportará 25.000 dólares (22.500 euros) para su realización.
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