Jóvenes en Cracovia por la paz y para salir de las zonas de confort
Entre los motivos del viaje a Cracovia de miles de jóvenes de habla hispana y portuguesa destacan pedir por “la paz en el mundo”, “juntarse más con la iglesia”, una “revolución de amor” y otros desafíos personales más radicales.
“La primera causa por la estoy acá es hacer oración por la paz del mundo y para que las cosas mejoren en mi familia. Es también importante rezar por las vocaciones sacerdotales, para que aumenten en mi país”, dijo Amalí, de la ciudad peruana de Guacho.
Esa preocupación por la paz también fue expresada por la mexicana Guadalupe Aranda, que esperaba junto al Palacio de los Obispos que Francisco se asomara por la ventana, una costumbre que popularizó Juan Pablo II cuando acudía a saludar a los peregrinos.
“Estamos esperando que venga el Papa. Estamos muy emocionados y contentos. Venimos desde muy lejos sólo para este encuentro con él, con los jóvenes que compartimos la misma fe y tenemos esa esperanza en un mundo mejor y hacer una revolución de amor”, señaló Aranda, que llegó de Guadalajara (México).
Marco, de la República Dominicana, señaló nuevamente que espera que este evento multitudinario en la ciudad de Cracovia sea inspiración para construir “la paz”.
“Vengo a compartir la alegría de Jesús, de ese Jesús vivo en cada una de las personas. Creo que esta unión de los todos los cristianos puede traer la paz al mundo”, dijo el caribeño.
El día de lluvia fina no fue óbice para celebrar estas jornadas por las calles.
“La lluvia nos refresca, nos alienta, nos motiva y contra cualquier clima aquí estamos, con esa esperanza, con ese gusto, anhelo y alegría” dijo la mexicana María Elena Martín, de Ocotlán, Jalisco.
Jóvenes de Colombia también han llegado a la ciudad polaca con la ilusión de que la juventud contribuya a construir un mundo mejor.
“Venimos de Cali, con la motivación de conocer al Papa, de conocer cosas muy bonitas acá, de estar al lado de todos los peregrinos y afirmar que la juventud es el futuro del mundo y enseñar que hay una esperanza por la cual luchar”, dijo una de ellas.
Banderas argentinas también ondeaban en las laderas de la colina de Wawel, en cuya catedral hay mausoleos de muchos reyes y reinas polacos, y se formaron largas colas por los severos controles de policía.
“Vine a conocer a Cristo y poder ver al Papa argentino, y de paso conocer Europa. Espero mejor como persona y muchas cosas más”, expresó Santiago Machado, llegado de Tucumán (Argentina).
La nota de diversidad ha sido otra de las cosas que más ha llamado a la atención a muchos de los 350.000 jóvenes durante la semana, antes de que culmine este encuentro el fin de semana, donde se espera una afluencia de dos millones de personas.
“Es una experiencia increíble, estar con personas de todo el mundo, y que todos deberían tener esta experiencia al menos una vez”, afirmó una portuguesa de Lisboa.
Su amiga habló de una “nueva vivencia con Dios, con distintas culturas” durante este viaje a la capital de la Pequeña Polonia.
Nuno, de Braga, considera que es “una oportunidad para conocernos un poquito más, salirnos de las zonas de confort que tenemos muchos” y “una oportunidad de crecer en la fe”.
Eloy Farías, de Río de Janeiro, explicó que llegó a aquí en un grupo de 35 personas.
“Buscamos misericordia y una nueva espiritualidad. Intentar mirar a Dios en todos los sitios, en cada detalle. No mirar a Dios solo en los sitios donde queremos que aparezca, sino en las pequeñas cosas”, dijo el carioca.
Jaime llegó de Madrid, y ha venido con su colegio que llevan los Legionarios de Cristo.
“Espero acercarme un poco más a la fe católica, juntarme más con la Iglesia, y estar más unido a mis amigos”, señaló el madrileño.
De la diócesis de Jaén (España) llegaron un centenar de personas, “con ganas de pasarlo bien”.
“Nos ha traído aquí el encuentro con Cristo, sobre todo, porque tenemos ganas de encontrarnos con él, descubrir cuál es nuestra vocación, a lo mejor, quién sabe. El encuentro también con otros jóvenes de todo el mundo y las ganas de pasarlo bien”, dijo un jaenés.
VÍDEO: LAS RAZONES DE VENIR A CRACOVIA
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