La simbiosis de Calatrava con un raro palacio gótico de Praga
Laexposición “Arte y Arquitectura” de Santiago Calatrava, que hoy se inaugura en la Casa de la Campana de Piedra en Praga, pone de relieve las claves de la trayectoria del artista valenciano, y lo hace mediante una curiosa simbiosis de su obra con el entorno gótico donde se expone.
Un trabajo que ha consistido “al mismo tiempo en crear un todo en una secuencia de espacios que tienen un carácter muy particular”, explicó el valenciano, que asegura haber redescubierto aquí su propia obra.
“Para mí esto es también un redescubrir mi propio trabajo de 35 años”, afirmó el de Benimàmet, quien lejos de hacer una retrospectiva, ha preferido ayudar a la gente a que se haga preguntas.
“¿Cómo puede influir la escultura en la arquitectura, cómo puede alguien pintar y al mismo tiempo interesarse en árboles y hacer este tipo de puentes?”, plantea.
Una maqueta iluminada de la Torre de Dubai, en proceso de construcción y que será el edificio más alto del mundo, y otra del Pabellón de la ExpoDubai de 2020, con tejado de alas de halcón desplegables, en un lugar donde podría estar surgiendo la arquitectura del siglo XXII, dan la bienvenida al visitante al cruzar los muros de lo que fue un palacio real en la época medieval.
Esta exposición, que trae toda la obra última de Calatrava, habla de “un diálogo que es aquí completamente natural entre el gótico con la obra de Calatrava” y que muestra, además, “cómo la arquitectura de nuestros días, cuando es excelente, hunde sus raíces en el pasado”, dijo por su parte la curadora, Cristina Carrillo de Albornoz.
VÍDEO: EXPOSICIÓN “SANTIAGO CALATRAVA. ART & ARCHITECTURE”
Veinte cerámicas gigantes realizadas en Manises, cuarenta maquetas, veinte pinturas, ocho esculturas de gran formato y varios libros de bocetos originales digitalizados conforman una exposición que estará abierta al público desde el 7 de junio hasta el 16 de septiembre.
Son esos libros de bocetos, que el visitante podrá ojear de forma virtual en monitores, una de las novedades de esta muestra, ya que nunca antes esos bosquejos se habían puesto a disposición de la gente.
Hay cinco maquetas de puentes, entre ellos el de Bilbao y el diseñado para la bahía de Doha, que medirá 40 kilómetros con algunas secciones bajo el mar, lo que no deja ser también “un guiño a la ciudad de los puentes que es Praga”, asegura Carrillo de Albornoz.
“Arte y Arquitectura” ha sido un antojo de la alcaldesa de Praga, Adriana Krnacova, que vio los diseños de Calatrava en Nueva York y se empeñó en traerlos a la capital bohemia.
Al final, el lugar elegido para mostrar este elenco fue un palacio real que data de la segunda mitad del siglo XIII, y que forma parte de la Galería de la Ciudad de Praga, una de las más reconocidas del país centroeuropeo.
Una de las salas con bóvedas de nervios del palacio, el único de estilo gótico que queda en pie en la monumental Plaza de la Ciudad Vieja, acoge la maqueta de la iglesia de San Nicolás y los bocetos en acuarela que Calatrava utilizó en ese diseño, destinado para la Zona Cero del World Trade Center de Nueva York.
Otro espacio diáfano, pero de inconfundibles trazos góticos en sus paredes y dinteles, acoge varias esculturas de palmas gigantes, de enorme dinamismo, y que habla de la impronta escultórica en la arquitectura del valenciano.
Y también es testigo de la “espiritualización de la arquitectura, con espacios cada vez más dignos y serenos”, afirma además la curadora.
Luego están las pinturas, casi siempre con la anatomía femenina como reclamo, y a lo que el artista levantino de 67 años y residente en Zúrich dedica cada mañana varias horas para reflejar con su pincel.
Una vocación artística, la de pintor, que Calatrava no pudo cultivar en medio de su pasión juvenil, ya que “cuando fue a París a estudiar le pilló las huelgas del 68″, explicó Carrillo de Albornoz.
Tenía entonces 17 años y tuvo que volver de la ciudad del Sena sin ver cumplido su propósito, lo que no quita para que Calatrava vaya hoy con su caja de acuarelas a todas partes, ya que se expresa pintando, en un “proceso meditativo” del que queda constancia en los numerosos ambientes que conforman la muestra praguense.
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